miércoles, 10 de octubre de 2012

La sensibilidad del color de Maurice Vlaminck





"Yo era pobre pero sabía que la vida es hermosa  y no tenía otra ambición que descubrir con nuevos significados,  los profundos vínculos que me unían a la tierra"

Maurice de Vlaminck


Nació en el seno de una familia de musicos bohemios, en París, en 1876.  Su padre, profesor de música, de origen Flamenco, su madre música también, Lorenesa. (La parte noroeste de Francia que hablan Alemán y Francés).
De muy joven vivió en un pueblo del campo, donde empezó a manejar los pinceles a la edad de  tres años, pero sin explotar en afición.  En 1892 abandona Le Vésinet  y deja a su familia para ir a correr la aventura  de vivir solo, en Chatou, a orillas del Sena. Allí trabajó como mecánico y descubrió la bicicleta cuando tenía dieciséis años y así , largos paseos poéticos y sin meta, que  ponían el mundo antes sus  ojos.
Cuando entró al ejercito en 1900,  conoció a Andre Derain y le persuadió a que pintara; se hacen amigos, siempre están juntos, discutiendo, pintando por el campo, y mientras tanto, ha conocido a Matisse y la pintura de Van Gogh, que ejercen sobre Vlaminck una notable influencia.
Maurice constantemente se planteó metas y desafíos, que superó de manera notable.
En 1904 expone por primera vez un cuadro en una muestra colectiva, en la galería Berthe Weill.
En 1905 expone ocho cuadros en el salón de Otoño, la que será definida: La exposición de los ¨fauves
(Calificativo peyorativo otorgado por el crítico de arte Louis Vauxcellesa a raíz de una escultura clásica de Marcucet rodeada de cuadros de violentos colores, que le dio al crítico la sensación de "una obra renacentista entre fieras".)
Al año siguiente su pintura suscita el interés del ¨Marchand¨  Vollard, que le compra un conjunto de lienzos en varios miles de francos . A consecuencia de ese éxito podrá dedicarse por completo a la pintura.
Ya esta situado plenamente en la vanguardia artística de la época. Todas las noches en las tabernas Azón de Montmartre, se dan cita varios pintores y escritores vanguardistas: Van Donghen, Derain, Picasso, Braque, Max Jacob, Apollinaire y Vlaminck.
En 1919 alcanza gran éxito con una exposición en la Galería Druet.
Comienza a escribir y publica ¨Tournant Dangeroux¨, desahogo de sus insatisfacciones, de sus nostalgias y de sus amarguras que se han acumulado en su espíritu.
Se reafirma como pintor con éxito, expone en Nueva York y Paris, pero al mismo tiempo aumenta el pesimismo de su atormentada y contradictoria naturaleza.
Al desencadenarse la Primera Guerra Mundial es llamado a las filas; violento antimilitarista detesta la civilización mecánica que ahora triunfa en sus aspectos mas inhumanos, nacen ahí sus disidencias con Derain que terminan por romper su amistad. La guerra y sus  meditaciones le  provocan una crisis moral.
El resentimiento de la guerra era testigo principal de su ser y lo evidencía en una de sus poesías.

 Et pas une ne criait :« assez  ! 

Les hommes partirent, les femmes pleurèrent, Mirent les chaussettes dans la musette, Le pain, le saucisson et le kilo de vin, Mais ne dirent rien. Elles écrivirent : "N'attrape pas froid  ! Ça durera trois mois." Et l'infirmière attendait le blessé comme le boucher. Et pas une ne criait "Assez  ! ". Le poilu était le parent pauvre, donc de province Un an après le vieux grand-père à la campagne Elles envoyaient du chocolat ou encore du tabac. Pas une ne disait" Assez  ! Reviens.  ". Les uns avaient assassiné Jaurès, Les autres avaient plus faim de curés. On mangeait du boche dans le communiqué. Jeanne, Alice et Marie flirtaient avec l'Anglais, les Américains. Et pas une ne disait "Assez  ! Reviens.  " Prisonnier, amputé, mort, ou peut-être encore disparu, Patient, le poilu est revenu. Mais les femmes ne l'attendaient plus.

Y ni uno gritó ¡ Basta !

¨Los hombres partieron , las mujeres lloraron ,  pusieron los calcetines en la mochila (expresión idiomática) , el pan , la salchicha, y un litro de vino.. ¡ Pero nadie dijo nada! Solo escribieron: no se enfríen, su duración será de tres meses. La enfermera estaba esperando a los heridos como el carnicero a las reses…---Y ni uno gritó ¡ Basta ¡--- El  Peludo (denominación a los soldados franceses en obsequio de su valentía y fortaleza, como hombres de pelo en pecho), era el pariente pobre, por lo tanto de provincia. Un año después el viejo abuelo del campo les enviará chocolates o hasta tabaco… Pero ni uno solo dijo -- ¡Basta! –Ya habían asesinado a Jaurez (Filosofo francés , pacifista que se opuso a la primera guerra mundial). Los otros tenían más hambre de cura ..Nos comimos al ¨Buche¨en las noticias ( termino despectivo del enemigo Alemán )  ..
Jean, Alice y Marie flirteaban con los Ingleses, los Americanos, y ni uno de ellos dijo --- ¡Basta, regresen!. Prisioneros, amputados, muertos, o –tal vez- incluso desaparecidos…Pacientes, Los Peludos, son devueltos, pero…las mujeres ya no los esperan más...
Esta poesía evidencía el resentimiento ante la indolencia al dolor de la guerra, y lo que provocaron en él,  así como en su pintura,  una profunda influencia .
 
La primera guerra mundial, cuyos  horrores y deshumanización, influenciaron su personalidad..


Y su pintura cambio…………
 


 

2 comentarios:

epistolario segun san alvaro dijo...

No le conocía, como a este blog, pero mira me ha gustado

Armando Díaz dijo...

Es tu casa Alvaro.

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